Enseñar química en la escuela
Hoy en día, la química ha perdido seguidores, e incluso la mayoría de sus estudiantes fracasan.
La química se enfrenta a más de una dificultad, lo cual se convierte en un desafío para aquellos profesores que opinan que la química es ideal para una sociedad llena de conocimiento. Es urgente recuperar la capacidad explicativa de la química, para ello:
Se deberá relacionar la práctica química (la intervención en determinados fenómenos mediante los procedimientos propios de la química) y la teoría (la teoría atómica y sus entidades y magnitudes químicas), utilizando un lenguaje correcto para esto y de acuerdo a finalidades educativas.
Siempre ha sido y siempre se necesitará de profesores para inventar la disciplina según lo que se considere que ha de saber un estudiante, alumno o discípulo. Si el de ahora (incluyendo los nuevos públicos, tan diferentes de los de antes) no se interesa por la disciplina, ésta cambiará: quizás los currículos no son interesantes ni comprensibles, pero la química sí que es interesante.
En la química, la cual ha adquirido mayor importancia para nuestra época actual, se debe tener en cuenta:
Reflexionar sobre los condicionantes y mecanismos de la comprensión humana y las estrategias docentes más adecuadas para facilitarla.
Generar experiencia química en los alumnos y alumnas, para que, a partir de ella, puedan formular preguntas; sin ellas, las explicaciones no tendrían sentido puesto que no se pueden avanzar respuestas (químicas) a preguntas que aún no se han planteado.
Las buenas preguntas son las que generan respuestas argumentadas que utilizan la Teoría Química y, a la vez, conectan con la experiencia.
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